¡Suelo Vive! Combatiendo a la desertificació
El objetivo de esta idea es recuperar la materia orgánica y cubierta vegetal de suelos en desertificación de zonas sub-húmedas secas, a partir de bioprocesos acoplados a la reforestación de plantas locales.La primera parte del proceso es la absorción de nitrógeno atmosférico por una torre de absorción, empleando como disolvente agua de lluvia recolectada en la zona a tratar. Después se envía la disolución acuosa de nitrógeno a una serie de pequeños reactores, ubicados sobre el suelo, para iniciar el bioproceso de fijación de nitrógeno por las comunidades bacterianas nitrificantes y desnitrificantes (adicionadas a los reactores en conjunto con minerales básicos). De ésta forma se producirán nutrientes, metabolitos y biomasa que serán transferidos al suelo para enriquecerlo, recuperando la materia orgánica.Sobre la parte del suelo a enriquecer,se encontrarán semillas de plantas locales que utilizarán los nutrientes producidos para crecer de manera óptima y recuperar la cubierta vegetal.
- Nombre y Apellido
- Victor Manuel Ruiz Perez
- País de Residencia
- M
- Equipo
- Estado de la Iniciativa
- Idea
- Objetivo de Desarrollo Sostenible
- Vida y ecosistemas terrestres
- Problema que resuelve
- La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está integrada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de los cuales el número 15 “Vida de Ecosistemas Terrestres” busca proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de manera sostenible, frenar la pérdida de diversidad biológica, así como luchar contra la desertificación y detener e invertir la degradación de las tierras (My World México, 2017).Dentro de estos desafíos, la desertificación, el cual es un fenómeno global de degradación del suelo, es uno de los problemas más urgentes a resolver debido a que amenaza a sistemas ambientales áridos, semiáridos y sub-húmedos secos del suelo los cuales cubren el 40% de la superficie terrestre global y están pobladas por aproximadamente 1 billón de humanos (Veron et al.,2006). Además, esta degradación implica la reducción de recursos potenciales de las tierras y de su capacidad productiva, que de manera indirecta, de no atenderse dicho asunto, provocará una disminución en la producción de alimentos obtenidos por cultivos agrícolas y aumentará los problemas relacionados con el hambre y la pobreza en el mundo (Helldén & Tottrup, 2008). Uno de los principales problemas derivados de la desertificación es la pérdida del suelo de su capacidad de retención de agua, lo que ocasiona que el agua en los suelos (proveniente de las lluvias) no tenga el tiempo suficiente de contacto para que las plantas regionales la puedan utilizar para sus funciones fisiológicas, provocando la muerte de éstas (Cao, 2008). Esto ocurre debido a varios factores, entre ellos están el tamaño de partículas del suelo que en zonas áridas es tan pequeño que no permite la infiltración del agua de lluvia a través de éste, además de las condiciones climáticas (altas temperaturas y pocas precipitaciones pluviales) que provocan que gran parte del agua de lluvia en el suelo se evapore rápidamente impidiendo su biodisponibilidad para la flora regional y con ello, la disminución de materia orgánica y cubierta vegetal en dicha capa del suelo. La materia orgánica y la cubierta vegetal son de gran importancia ya que ayudan a retener parte del agua de lluvia, favorecen la porosidad del suelo (aumentando el grado de aireación necesario para el desarrollo microbiológico) y disminuyen la erosión hidráulica (D’Odorico et al., 2013). Por tal motivo, es primordial regenerar tanto la materia orgánica como la cubierta vegetal en los suelos degradados para combatir el problema de desertificación. Con base en lo anterior y debido a que la desertificación es un fenómeno atribuido principalmente a las actividades humanas (sobrepastoreo y erosión del suelo) y a los cambios climáticos globales (Cao, 2008), es importante que el ser humano desarrollé métodos sustentables que permitan combatir dicho fenómeno. De esta manera, surgió está idea como una alternativa para combatir el problema de la desertificación a través de la recuperación de la materia orgánica de los suelos de zonas áridas y secas, lo que incrementará su capacidad de retención del agua de lluvia por parte de las comunidades microbianas presentes y con ello, será mayor su biodisponibilidad para las raíces de plantas y arbustos regionales empleadas para reforestar la zona, que además, utilizarán los nutrientes liberados en cada uno de los bioprocesos acoplados (distribuidos en los terrenos a tratar) para favorecer su crecimiento, regenerando también de esta forma, la cubierta vegetal. Es importante mencionar que las semillas a ocupar para la reforestación de dichos suelos deben ser de plantas regionales para aumentar el porcentaje de sobrevivencia de los cultivos ya que éstos se han adaptado a condiciones climáticas con poca humedad en el ambiente, tal y como lo indica Cao (2008). Así, una vez crecidas las plantas y arbustos, y junto con la materia orgánica que el suelo recuperó, se podrá ayudar a disminuir la erosión eólica e hidráulica de éste, evitando con ello su progresiva degradación. El uso de la torre de absorción, vuelve al proyecto autosustentable y rentable ya que proporciona las principales materias primas del bioproceso (nitrógeno atmosférico del aire y agua de lluvia) requeridas por las comunidades microbianas a utilizar, lo que reduciría los costos de producción, además de que la planta de tratamiento podría operar sin necesidad de requerir personal, reduciendo también, los costos de mano de obra.Resulta importante mencionar que actualmente existen diversas alternativas para combatir la desertificación, sin embargo, esta idea se podría acoplar para incrementar los rendimientos y eficiencias de algunas de estas alternativas, como las que utilizan microorganismos genéticamente modificados para producir hormonas vegetales que inducen el crecimiento de las plantas (http://2011.igem.org/Team:Imperial_College_London), o como los proyectos que buscan la implementación de un pastoreo planificado una vez que se haya recuperado parte de la materia orgánica en los suelos tratados (Savory & Parsons, 1980).De manera general, la ejecución de éste proyecto La desertificación es un problema grave que enfrenta la humanidad, por lo que la formación de alianzas a partir del sector privado, estado, asociaciones civiles y del talento humano, resulta ser una prioridad en la superación de dicho desafío, asegurando así la paz y prosperidad de todos.Referencias bibliográficas[1] Cao, S. (2008). Why large-scale afforestation efforts in China have failed to solve the desertification problem. 1826-1831[2] D’Odorico, P., Bhattachan, A., Davis, K. F., Ravi, S., & Runyan, C. W. (2013). Global desertification: drivers and feedbacks. Advances in Water Resources, 51, 326-344.[3] Helldén, U., & Tottrup, C. (2008). Regional desertification: A global synthesis. Global and Planetary Change, 64(3), 169-176.[4] My World México. (2017). Una nueva Agenda Global de Desarrollo Sostenible. México. Recuperado de: http://www.myworldmexico.org/[5] Savory, A., & Parsons, S. D. (1980). The Savory grazing method. Rangelands, 234-237.[6] Veron, S. R., Paruelo, J. M., & Oesterheld, M. (2006). Assessing desertification. Journal of Arid Environments, 66(4), 751-763.
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